Joan Andreu probablemente sea el guionista más joven que publica en este blog. Estudiante de Comunicación Audiovisual, realizador y editor, cuenta con su propia productora, Anquiro Producciones. Tras realizar un Taller de Escritura de Cortometrajes en la Universidad de Valencia impartido por Martín, su guión fue seleccionado para llevarlo a la gran pantalla por la actividad Opera Prima enmarcada dentro del Festival Cinema Jove de Valencia.
Por Joan Andreu Quiles i Rodas
Tres, dos, uno… El proyector empieza a funcionar y en la pantalla observo como las imágenes sustituyen el color negro. Todo aquello que durante meses ha estado dando vueltas por mi mente toma forma, nombre, rostro… El proceso ha llegado a su fin. No ha sido fácil, pero el resultado final ya es una realidad. Cientos de personas observan el corto sin darse cuenta de todo el camino recorrido hasta llegar a este punto. Hoy como guionista recién bautizado pretendo reflexionar sobre esa “andanza”, intentando recapitular a través de mis novatos ojos de guionista, el proceso de creación de un corto. Me referiré al corto de ficción “Enredados 2.0”, el cual me ha dado la oportunidad de escribir en este prestigioso blog.
Aunque suene un poco a mito, la idea del corto surge un día mientras intento conciliar el sueño. Unas días antes había recibido un correo del gran Martín Román, colaborador de este blog y gran profesional de esto que llaman guión, en el cual nos animaba a participar en un nuevo concurso llamado “Ópera Prima” organizado por Cinema Jove de Valencia. Las bases eran sencillas: No más de 4 personajes, no más de 2 localizaciones, no más de 3 hojas de guión. A priori parecía una tarea fácil, pero enfrentarme a estas restricciones me planteó un verdadero quebradero de cabeza. Ninguna idea se ajustaba a esas normas, todas las paranoias de mi mente pasaban con creces las restricciones del concurso. Y así fue como una noche, de repente, la idea vino a mi mente: ¿Porqué no hacer un guión sobre las relaciones a través de Internet?. Con esa idea fuerza me puse a trabajar. Después de un largo día, el primer guión de “Enredados 2.0” estaba terminado. Para probar su fuerza le pedí a mi hermano, uno de los mejores críticos del planeta, ya que no tiene problema en decir lo que piensa, que leyera el guión. Al terminar, una risa escapó de su boca y al mirarlo supe que el guión podría funcionar.
De esta forma seguí trabajando en él hasta que envié una versión avanzada a Martín. Para mi sorpresa el guión le había gustado, no había tenido tanta suerte con mis otras ideas, y me animó a seguir mejorándolo. Después de unos meses (parece mentira lo que cuesta acabar un guión de 3 hojas), conseguí tener la versión definitiva del guión y lo envié al concurso.
Todavía me sorprendí más cuando a la semana recibí una llamada de Martín comunicándome que había ganado el concurso y que como premio “Enredados 2.0” sería realizado y presentado en el festival de cine Cinema Jove. La verdad es que no me lo podía creer, una de las historias más sencillas que había escrito, por fin había gustado a alguien (con esta experiencia confirmé la regla de “más es menos”).
Pero a partir de este momento empezó el contacto directo con la experiencia real de un guionista. Aunque muchos puedan pensar que el trabajo del guionista acaba con el último punto de su guión, la verdad no es así. El primer choque con la realidad sucedió un mes antes del rodaje. La organización del taller “Ópera Prima” (lugar donde se realizaría el corto) me llamó para comunicarme el casting. La edad media rondaba los 28 años y mi guión había sido escrito para adolescentes de 16 años. Me pedían que adaptara mi guión a este casting. Acepté y después de intentarlo de mil formas distintas, me di cuenta de que la idea y en consecuencia el guión, no funcionaban con esos personajes ya “maduritos”. La única forma de que la idea tuviera fuerza era con adolescentes (cuando veáis el corto os daréis cuenta el porqué). Durante esa semana, Martín me envió un correo con una de las frases que más se me han quedado grabadas de esta experiencia “Bienvenido al mundo audiovisual!”. La realidad era mucho más difícil de lo que me había podido imaginar.
Al final, tras muchas llamadas y alguna reunión, conseguí adecuar el casting a mi guión. Había pasado la primera prueba pero aún me quedaba la prueba más difícil: El rodaje.
Al tratarse de un taller, el rodaje se dividía en dos días de preproducción, dos días de rodaje y dos días de montaje. La mayor sorpresa de esta experiencia vino en los días de preproducción. El equipo de rodaje estaba compuesto por grandes profesionales del panorama audiovisual valenciano y alumnos, que al igual que había hecho yo con el guión, iban aprendiendo las distintas funciones a lo largo del taller. Durante estos días me di cuenta como el guionista, una vez entregado el guión, pierde todo el poder sobre este. Las decisiones a partir de este momento dependen del director y nadie más tiene autoridad para cambiar, eliminar o adaptar elementos del guión. Durante el curso, en más de una ocasión mis palabras se las llevó el viento, yo no era el director y como muy bien me dijeron “el guionista en estas fases ni está, entrega el guión y no vuelve a aparecer hasta el día del estreno”. Y ahora pienso: “normal que no vuelva a aparecer, ver como tu obra es modificada y adaptada por otras personas duele (y mucho)”. También no puedo negar que se siente una gran alegría al ver como se hace realidad tu guión, aquél hijo que durante meses te ha llevado de cabeza, aquella idea que ha monopolizado tus actos durante una parte de tu vida. La pérdida de poder sobre tu guión es total y reconozco que es normal y pienso que será por eso que la mayoría de directores prefieran trabajar sobre sus propios guiones, o muchos guionistas decidan dar el salto a director para ser dueños de sus propias ideas.
Estas son mis vivencias y mi conclusión es que a pesar de todo, tanto el proceso como el resultado final me llenó de satisfacción, ya que no sólo es una experiencia única ver como aquella idea que se te ocurrió un día mientras intentabas dormir acaba convirtiéndose en realidad, sino que es una gran suerte contar con profesionales y amigos como con los que tuve la oportunidad de trabajar en el taller de “Ópera Prima”. El trabajo del guionista no es fácil, pero no podemos olvidar que sin ellos no hay nada, sin esa idea no puede haber corto ni película. Y sin lugar a dudas, no existe mejor experiencia que sentarte a ver tu guión hecho realidad, en ese momento piensas que todo ha valido la pena y como no, te pones a pensar en una nueva idea, porque esa es la verdad, los guionistas trabajan 24 horas al día los 365 días al año.
Ahora os dejo con el guión de “Enredados 2.0” y con el corto. Espero que os guste y los disfrutéis tanto como nosotros haciéndolo.
El guión lo podéis descargar pinchando aquí.
Un abrazo y hasta siempre
guionistasvlc.wordpress.com 