TODOS SOMOS DANIEL CASTRO

La firma invitada de hoy es César Sabater, guionista y director de cortometrajes como “Cinema y Verité” o “Cinespañol”. En 2014 planea perpetrar su primer largometraje “Paella Today!!” y sí, también tiene ilusión.

Bueno, todos no. Rita Barberá no es Daniel Castro. Ni el señor de Inditex. Ni Amenábar. Porque “Ilusión” es una película pequeña que conecta con el espíritu de los que cerca de cumplir los cuarenta (o rebasándolos) andamos aún a trompicones por el audiovisual patrio confiando, todavía, en que llegará nuestro momento; cuando lo que eres, así sin paños calientes, es un loser. No importa que te lo recuerden tus padres, tus amigos o incluso (quién la tenga) tu novia. Aunque no lo quieras ver, no dejas de ser un gris mamporrero del audiovisual sin más voz que tus ingeniosos estados de Facebook. Y por muchos “me gusta” que tengas, eso no da de comer. Y lo sabes. Ya te han cortado la luz y el teléfono un par de veces.

Dani Castro

“Ilusión” responde a ese planteamiento escupiendo con gracia (sí, se puede) en la cara del propio autor y, por ende, en la del espectador. Porque con su primera película Daniel Castro cuenta la historia de un tal Daniel Castro (quiero suponer que con varios niveles más de oligofrenia que el auténtico) intentando levantar el proyecto de su primera obra maestra: una película musical sobre los pactos de la Moncloa. Sí. Un film en el que Carrillo, Suárez y otros personajes ilustres cantan con alegría sobre la hiperinflación, la OPEP y los sindicatos dejando paso, a golpes de compás, a la democracia. Yo, personalmente, pagaría por ver aquello pero Castro toma esa premisa de evidente influencias nanimorettianas (recordemos el musical protagonizado por el pastelero troskista de “Caro Diario”) como leitmotiv de su historia, porque el título no es casual: toda la película se sostiene sobre la ilusión (la palabra viene de illusio “engaño”) por levantar el quimérico proyecto del musical y recoger un Óscar, aunque sea de plástico y el discurso lo dé en un váter alicatado.

Y es en ese periplo de reuniones con productores, amigos consejeros y anacoretas (un genial Victor García León que me ha reconciliado, incluso, con su madre), una novia que duda abierta y brillantemente sobre el talento de su novio (Bárbara Santa-Cruz, tienes una solicitud de amistad pendiente) o las súplicas del penúltimo préstamo a papá para sobrevivir mientras llega “tu gran momento” cuando “Ilusión” se eleva más allá de lo anecdótico. Porque la base con la que está cocinada, su humor, es la verdad. Y ya se sabe que no hay nada más bello que la verdad. Aunque se disfrace de película.

Así y felizmente, el desvirgue en el largo de Daniel Castro responde con plenitud a las palabras de Jean Pierre Melville, aquello algo sobado de “tu primera película debe estar hecha con tu propia sangre”, pero tamizando su inteligente discurso a través de la ironía quijotesca, el patetismo bien entendido y el humor, siempre el humor por delante. Mención especial merece Michael Haneke (probablemente el verdadero y único “malo” de esta película), David Trueba demostrando que no sólo sabe estar fuera de plano y el póster de “Annie Hall”, un personaje más de la película que, a veces, sirve de manta para protegerse del fracaso además del frío.

Premiada en el Festival de Málaga y con el “Premio Feroz Especial” a la cinta que debería haber tenido mejor suerte comercial, desde hace un par de semanas “Ilusión” está disponible en Filmin.es. No os la perdáis. Daniel Castro (y un poco de todos nosotros) está ahí dentro.

https://www.filmin.es/pelicula/ilusion

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