¿UNA NOCHE PERFECTA?

Por Martín Román.

El pasado lunes, Rafa Ferrero publicaba en este blog un artículo titulado Una noche perfecta. Sepan nuestros lectores que si nada lo impide todos solemos leer los artículos de los demás antes de ser publicados, más que nada por conocer la opinión de los demás y ver si lo podemos mejorar o nos hemos dejado algo en el tintero. Le respondí que no compartía su opinión, pero que me parecía perfecto para publicar. Le podría haber respondido en los comentarios pero mi respuesta se hacía tan extensa que he decidido convertirlo en un post.

No es que discrepe en todo, ni con Johnny ni con Rafa. A Johnny le diría que a una buena noche yo no le pido pelea, pero un buen polvo siempre es un final agradecido.

Respecto a la defensa de un cierto tipo de cine sí que discrepo con Rafa. Y no por mi sambenito de polite, amante del cine social y correcto que jocosamente se me ha colgado entre los miembros de este grupo (como guionistas cada uno debemos responder a un arquetipo, supongo). La violencia es innata al ser humano en cuanto a animal, es necesaria para nuestra defensa y por lo tanto para nuestra supervivencia. Por lo tanto la violencia me parece importante para la elaboración de dramas, ninguna faceta del ser humano debe ser obviada. Pero la violencia también se utiliza para la imposición de ideas.

Me asusta cuando alguien asegura que una peli no transmite ideas, quizá su autor no se haya planteado servir a una ideología concreta pero las historias desde el inicio de los tiempos se emplearon para retratar al mundo, educar al tiempo que entretenían. Hay películas que se sustentan sobre violencia como “La matanza de Texas” o “La última casa a la izquierda” que cuentan una situación muy puntual en la vida de unos personajes enfrentados al horror. Otras películas de personajes incomprendidos que buscan su sitio en un lugar que han perdido para siempre “Acorralado” o de gente insoportable que para salvar su matrimonio debe acabar con unos terroristas “Jungla de Cristal”. Todas las pelis nombradas son violentas y me gustan. Incluso me pongo del lado de personajes malos y violentos como “Bonnie and Clyde” o de Mickey y Mallory Knox en “Asesinos natos” que sirven de espejo a una sociedad enferma y podrida. Pero, salvo las dos primeras, todas tienen más de una lectura que va más allá de la pura venganza. Y además son muy entretenidas.

Luego aparecen esas películas que no persiguen más que el entretenimiento por el entretenimiento. ¡Qué miedo! Alguien le pregunta a su guionista/director: ¿No te parece que la película transmite un mensaje machista? No, sólo quiere hacer reír. ¿El mensaje de la película no ensalza el ojo por ojo diente por diente cómo medida última de la justicia? No, ha matado a 100 personas porque el efecto de sangre salpicada da mucho juego, cómo se estremecía la gente, ¿eh? Como ejemplos de películas que ejemplifiquen esto último se ocurre la saga de «Desaparecido en combate», «Soldado Americano», «Kill Bill» o «300». Y todas tienen su mensaje; y también sus seguidores incondicionales.

 

Luego aparecen otras películas que provocan el rechazo del gran público por mostrar la violencia en su crudeza. Un ejemplo sobre películas bélicas y el mensaje que lanzaban ya nos lo procuró Félix Cubero en este mismo blog comparando «Apocalipsis Now» de Coppola y «Full Metal Jacket» de Kubrick.

Otra película de Kubrick que provocó rechazo fue «La naranja mecánica» y una actitud igual de visceral acompañó al estreno de «Funny Games» (Michael Haneke) donde el público abandonaba la sala incapaz de aguantar la violencia. Porque la violencia no es bella, es dura. En esta última película Haneke se permite una escena de violencia embellecida: (Atención SPOILER) Para quien no conozca el film, una familia burguesa se desplaza a su casa de verano a pasar unos días, de pronto unos intrusos se cuelan en sus vidas y empiezan a hacerles la vida imposible, agrediéndoles y amenazándoles de muerte. Llega un momento en el que una de las víctimas consigue hacerse con una escopeta y disparar en la tripa de uno de los asaltantes haciéndole volar hasta chocar contra la pared. Repito ¡única licencia para la violencia estética en la película! El público se pone en pie y aplaude (no recuerdo mi reacción la primera vez que la vi pero he visto a gente hacerlo), Haneke nos ha hecho cómplices del ‘ojo por ojo’. Entonces el otro maleante coge un mando a distancia y ante nuestra atónita mirada rebobina la imagen. La gente se ha levantado y aplaudido una ejecución, y yo me pregunto ¿realmente las películas violentas que sólo buscan entretenimiento no afectan nuestra forma de ver y entender la vida?

Hace dos años vi en Sitges ese filme que armó tanto revuelo titulado “A Serbian Film”. En su presentación, tanto la presentadora como los directores advirtieron de su alto contenido violento y sexual, si alguien quería salirse de la sala podía hacerlo. Yo habría agradecido que me dijeran que la peli era un truño, pero a lo que voy es que en esa peli nos avisaron de que íbamos a ver violencia por violencia. Pues a lo mejor tendría que haber un genero violento similar al gang bang del porno. Escenas violentas por ser violentas pero sin trama alguna, quedando absolutamente claro que es una representación violenta sin más. Pero, insisto, cuando un drama sustenta la violencia se está lanzando un mensaje, nos guste o no. Y a veces, aunque pensemos de forma distinta nuestro subconsciente y la educación recibida puede traicionarnos, léase el rapapolvo que Patricia Pardo le dio a nuestro compañero Gab Kar Wai a tenor de su artículo El tapón (link), y ninguno/a de quienes lo conocemos lo consideraríamos un adalid del patriarcado.

La ética y la estética sí deben ir ligados, los narradores tenemos una responsabilidad, como señala Marshall McLuhan “el medio es el mensaje”.

6 comentarios en “¿UNA NOCHE PERFECTA?

  1. Vamos a ver… Martín. ¿estás buscando pelea? Porque si buscas pelea la vas a encontrar…
    Dos cosas te voy a decir.
    Lo primero aclarar que yo también creo que toda historia, independientemente de que su autor lo haya planeado así o no, transmite un mensaje. Precisamente eso es de lo que habla mi post, de que incluso una película sin pretensiones morales como Immortals acaba lanzando un mensaje, el mismo del que Johnny alardeaba a sus 16 años.
    Pero esto no es ninguna novedad. Los cuentos de toda la vida, con sus príncipes enfrentándose a dragones y salvando princesas no hacen más que reproducir ese mismo esquema. ¿Qué cuentan esas historias sino noches perfectas al más puro estilo Johnny?
    Lo que trataba de decir era que si este mensaje se perpetua es porque conecta con la misma naturaleza humana y, partiendo de ahí, defendía la violencia como herramienta para la elaboración de dramas y conectar con el público.
    Que haya violencia en una película no puede ser considerado malo en sí porque la violencia forma parte de nuestra vida y el cine habla sobre la vida. Hasta la ciencia ficción más absurda que podamos imaginar hablaría de nosotros porque si no fuese así, si no tuviésemos referentes con la historia, no la entenderíamos. El cine es antropomórfico, ahí lo dejo.
    Dicho esto, llegamos al tema del cine comercial. Immortals es un buen ejemplo de ello. ¿Qué pretende transmitir esta película? ¿Me lo estás preguntando en serio? ¡¡Nada!! Immortals es una película para hacer caja, puro entretenimiento. ¿Es eso malo? Desde un punto de vista cinematográfico sí, esta peli no aporta nada, está hueca porque se limita a reproducir un esquema que ya hemos visto mil veces antes. Pero desde un punto de vista moral no podemos decir que sea ni buena ni mala.
    Este es el punto en el que creo que tú y yo realmente opinamos distinto. No estoy de acuerdo con que los narradores tengamos una responsabilidad moral con el público.
    Esto era lo segundo que te quería comentar… ¿Martín te llamabas? Te explico.
    Si el guionista de Immortals opina lo mismito que Jhonny o se ha limitado a alimentar la sed insaciable de los estudios por historias violentas revientataquillas, da lo mismo. La historia es la que es y existe porque a la gente le gustan este tipo de historias.
    Podemos alarmarnos por el hecho de que el ser humano siga siendo un ser violento que tiende al conflicto por naturaleza y al que le gusta contemplar la violencia cuando esta se presenta de un modo estético y glamuroso. (Como tú bien comentas, la violencia, cuando se presenta de forma realista suele provocar rechazo.)
    Pero no podemos clamar al cielo porque la naturaleza humana se acabe reflejando en el cine.
    Por supuesto que prefiero las historias en las que se reflexiona sobre la violencia a las historias violentas sin más. Pero niego que unas sean superiores moralmente a las otras.
    Si asumes que al escribir cine estás educando, estás a un paso de posicionarte a favor del adoctrinamiento. Yo opino que los guionistas no tenemos la responsabilidad de educar a nadie, nuestra misión consiste en narrar historias y al hacerlo plasmamos nuestra visión del mundo. Por supuesto, esto transmite un mensaje, pero esto es compartir u opinar, no educar.
    La diferencia, aunque parezca sutil, es importante. Quien se cree educador trata al espectador como a un menor de edad intelectual que necesita que le digan lo que hay que pensar. Quien se sabe narrador de historias entiende al espectador como a una parte activa del proceso, como un ser capaz de razonar por sí mismo a partir de la historia que se le propone.
    Y si no estás de acuerdo, te espero a la salida y lo solucionamos.

  2. Pingback: Guionistas VioLenCios… « Script Matters. Consultoría de guión

  3. Lo de Funny Games no me parece a mí así.
    Es decir: no es una ejecución tal cual. Ni somos cómplices ni jaleamos una ejecución. Es un acto de defensa de una mujer para ella y (lo que queda) de su familia contra los que, con total seguridad, quieren martirizarles y matarles, como ha quedado claro en casa de los vecinos. Roba un arma y la dispara para defenderse. Eso no es una ejecución ni un «ojo por ojo». Si el espectador jalea eso no es por eso, sino por la liberación que da el haber, al parecer, eliminado la amenaza insoportable y evitado la crueldad y el mal per se.

    Y sí, claro que hay un género violento per se. Es decir: hay mucha gente que va al cine (o bueno, al cine no) a ver películas porque sabe que son violentas, gore o como quieras llamarlas, sin más. Igual que existe el género snuff. Igual que otros van a ver porno y no es por los diálogos o el mensaje.

    Otra cosa es la violencia usada dentro del cine comercial como reclamo y si esto es machista, violento, genera violencia o no… ese mismo debate se hace con los videojuegos. Y con los famosos «juegos de rol». Y la verdad, tras tanto tiempo, no se llega a ningún punto.

    El problema de Jhonny no es que vaya al cine a ver estas pelis porque, en sus fantasías onanistas, le molaría ser el guay de la peli que da hostias como panes y luego se va con la chica. El problema es si no tiene la educación suficiente como para saber que una cosa es una peli y otra, la vida real. Y esa educación no la tiene que dar el cine. Igual que no todos los libros, por tener tapas y páginas numeradas, son libros escolares o de aprendizaje.

    El debate final en la creación audiovisual no creo que deba ser: ¿deben las películas ser moralmente correctas o no? Porque, sinceramente, no sabría buscar una enseñanza moral de cientos de películas que me encantan. Y de programas de Tv. Y de libros. Y de cómics. Y…

  4. Ante todo me gustaría señalar que lo mejor en este tipo de discusiones bizantinas es intentar afinar o delimitar un poco el campo de acción.
    Por ejemplo comparar «Inmortals» con «Funny Games» me resulta tan chocante como comparar el «Ulises» de Joyce con una novelita de Corin Tellado por el mero hecho de que esten presentados en forma de libro.

    Imagino que todos coincidiremos en que el lector o espectador de ambas peliculas o libros no suele coincidir mucho.

    Por supuesto que alguien puede disfrutar de las dos peliculas, pero en cada pelicula es un espectador distinto que busca cosas distintas: la emoción de un espectador de 10 años o la reflexión de un señor de 40, independientemente de la edad que se tenga.

    Recuerdo una conversación con el director de cine Francesco Rosi, en la que hablábamos sobre la posición moral de la representacion de la violencia en el cine. Rosi comparaba «El Padrino»de Ford Coppola con «Uno de los nuestros»de Scorsese. Con la primera Rosi tenia problemas con su ambiguedad moral, su violencia resultaba demasiado esteticista, en cambio aseguraba que en la de Scorsese no había ambiguedad alguna. Mostraba a los mafiosos como lo que son, criminales crueles y desagradables sin épica alguna.

    Personalmente, creo que la moral es cómo los culos. Aunque no seamos conscientes todos tenemos una y la utilizamos a diario.

    Decidir escribir un guion para una pelicula que ensalza la violencia y el ojo por ojo y diente por diente es una decisión moral. Que algunos escritores arguyan que lo hacen por el dinero no transforma esta decisión en una decisión monetaria. El dinero no tiene alma ni moral. Decidir hacer algo solo por dinero tiene un nombre y es casi tan viejo como el arte de contar historias.

  5. Antes que nada, un placer que hayáis leído ambos artículos. Gracias por visitarnos.

    Rafa: Estamos de acuerdo en que la violencia se puede utilizar para el drama, por supuesto. Luego comentas que toda historia tiene un mensaje pero luego afirmas que Inmortals sólo se ha hecho para hacer caja sin más matices, eso es lo que me preocupa en este tipo de películas, que se asuman como puro entretenimiento. Yo no pretendo adoctrinar a nadie (vale, «La Bicicleta» tiene algún momento panfletario, pero «Primer domingo de mayo» creo que es un ejercicio de distanciamiento para que el espectador saque sus conclusiones) pero sí que considero que tengo una responsabilidad -¿moral?, ¿ética?, ¿con el espectador?- creo que conmigo mismo. Cualquier narrador comparte su visión del mundo pero creo que tampoco debe olvidar plantear cuestiones. No he visto «Inmortals», pero por el tipo de cine al que lo adscribes (similar a «300») el mensaje que lanza es absolutamente plano, y a menudo reaccionario. Tiene su público, sí, no la voy a prohibir pero como narrador me parece peligroso.

    Escrito por: De acuerdo contigo en bastantes cosas. Quizá en la discusión acabamos hablando de demasiados temas. Realmente lo que me preocupa es considerar una película como «Desaparecido en combate» (recalco que no he visto «Inmortals») como un divertimento inocuo. Respecto a Funny Games, la gente no suspira aliviada por la muerte del maleante, la aplaude. Creo que ahí radica la diferencia y muestra nuestros bajos instintos. Quizás somos más animales que racionales.

    Pedro: No trataba de comparar la calidad de una película con otra, por otro lado es obvio cual prefiero. Mi intención era hablar del uso de la violencia, algo innato al ser humano, por supuesto, pero nunca bello. Al disfrazar la violencia con belleza estamos mintiendo. Quizá sea un moralista, aunque también hay películas con violencia bella que me gustan.

    Gracias por vuestra atención.

    PD: Se pueden aportar más comentarios en ScriptMatters: Consultoría de guión, que también da su opinión sobre nuestra disputa. http://consultorktc.wordpress.com/2012/01/11/guionistas-violencios/

  6. Una cosita más, Rafita… 😉
    Dices en tu respuesta «Si asumes que al escribir cine estás educando, estás a un paso de posicionarte a favor del adoctrinamiento. Yo opino que los guionistas no tenemos la responsabilidad de educar a nadie, nuestra misión consiste en narrar historias y al hacerlo plasmamos nuestra visión del mundo».

    Respondiento en ScriptMatters he llegado a la siguiente conclusión: «Quiero matizar que no estoy en contra de la violencia en el cine pero sí me parece falaz considerar un drama sustentado en constantes actos de violencia como un entretenimiento para hacer caja. Hay un mensaje y cuando el mensaje es plano ahí sí que aparece el adoctrinamiento, en cambio quien plantea preguntas siembra dudas y propone la reflexión.»

    ¿Qué narrador está adoctrinando el de «Inmortals» o «Funny Games»?

    PD: No quiero comparar las películas otra vez… sólo son un ejemplo del tema que tratamos.

    Hasta mañana.

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